Éxito en Powerlifting: mis cinco claves

Todos tenemos muy claro que en la vida para conseguir algo hay que tener disciplina. La disciplina es el hábito generado por cada individuo en base a su propio compromiso.

Pero yo soy de los que piensan que siempre se puede hacer más. Creo que no es suficiente con acudir al gimnasio religiosamente y hacer lo que nos han pautado, sino que podemos exprimir más cada sesión.

Lo primero que tenemos que dejar claro es que deberíamos poder dar respuesta a lo siguiente:
¿Qué hago en el powerlifting? ¿Qué busco? ¿Dónde me gustaría estar en un tiempo? ¿Cuál es mi objetivo real?

Tu objetivo debe ser específico, medible, alcanzable, realista… (SMART).

Puede que te parezca algo simple, pero ya han pasado por mí las suficientes personas como para asegurarte que hay muchas que no tienen claro lo que quieren y tampoco se puede exigir que lo sepan desde el primer día.

No obstante, sea cual sea tu objetivo, quiero enseñarte lo que para mí son las 5 claves a tener en cuenta para aprovechar al máximo tus sesiones de entrenamiento en powerlifting.

Intencionalidad

La intencionalidad no es estar motivado. Como entrenador no puedo exigirle a nadie que su motivación no decaiga.

Lo que debemos tener en cuenta es ese compromiso al curso de acción. El plan de acción es el contenido de la intención, mientras que el compromiso es la actitud hacia este contenido.

Es decir, si tenemos una single de banca de competición, sabemos que el plan de acción es ese trabajo de habilidad: llevar la barra de un punto A a un punto B, bajo unos estándares de competición. El compromiso hacia este plan de acción es la intención.

Aprovecha cada ejercicio, conoce el plan que hay detrás y ve con intención. Cada serie, cada repetición, por muy poca importancia que te parezca que tenga, todo suma.

Si tienes presente la intencionalidad, le podrás sacar mayor partido a tu entrenamiento.

Consistencia técnica

La consistencia técnica va a ser crucial para la mejora de la habilidad de la fuerza.

Se sabe que la capacidad de un músculo de ejercer una fuerza depende de:

  1. Tamaño muscular: área transversal, longitud, número de fibras…
  2. Nivel de activación: la vía neural.

Es en este último donde debemos centrarnos para entender por qué debemos ser lo más consistentes posibles.

Mediante ese trabajo de repetición mejoraremos la coordinación intramuscular, la mejora de la sincronización (fibras reclutadas a la vez), el aumento del volumen de fibras reclutadas, el aumento de la frecuencia de activación (trabajan más rápido)…

Modificar nuestra técnica entre repeticiones, series, ejercicios… nos va a alejar de esa mejora del factor neural, ese trabajo de habilidad.

No somos máquinas, pero eso no significa que la búsqueda de la excelencia técnica pase por intentar que nuestro movimiento en el ejercicio sea como el de un reloj suizo.

Un trabajo a cargas bajas puede resultar poco atractivo, pero si aprendemos a movernos exactamente igual cada vez que tocamos una barra, nuestro cuerpo se acostumbrará a reaccionar de esta misma manera cuando se enfrente a una situación de peligro: una carga alta.

Cadencia

La cadencia es el ritmo o repetición de un movimiento, sucedido con cierta regularidad.

Homogeneizar el tiempo en el que sucede este movimiento (cada repetición) es otro factor que nos beneficiará a largo plazo.

Es habitual ver atletas que, a medida que se van fatigando, pierden ese ritmo aumentando el tiempo de descanso entre repeticiones.

En cambio, hay otros que prácticamente no toman nada de descanso en las 3 primeras, después respiran un poco, continúan…

Aumentar el tiempo de descanso va a hacer que dejes lugar a la aparición de la fatiga. Esto tiene que ver con los umbrales aeróbicos y anaeróbicos de cada uno y la entrada en un estado de deuda de oxígeno, pero este tema da para una publicación entera.

Es importante entender que debemos homogeneizar los tiempos entre repeticiones, ya que tiene más importancia de la que creemos y beneficia mucho a ese trabajo de habilidad comentado anteriormente.

Échale un vistazo a este video de Instagram hablando sobre la cadencia.

Estándares de competición de Powerlifting

No ser honesto con los estándares de competición en tus entrenamientos solo te van a perjudicar a tí como levantador.

Tu entrenador desde fuera va a ver perfectamente que no estás realizando movimientos válidos y de no ser así, solo estará recabando información equívoca.

No estoy tampoco en esa corriente de entrenadores que buscan dificultar aún más los estándares, de manera que el día de la competición sea más fácil. Simplemente quiero que tengas en cuenta, que ese día vas a tener que convencer a 3 personas trajeadas, que no te conocen de nada, para que te den el movimiento como válido.

Sé honesto con los estándares.

Serenidad

El powerlifting es un deporte muy emocional y eso es lo que nos engancha inicialmente a todos. Esa sensación de poder que te da el ver que puedes con cosas que ni si quiera imaginabas.

Cuando no levantas, sucede a la inversa: débil, incapaz, insignificante…

En un deporte en el que solo hay dos resultados posibles (válido y nulo) debemos contemplar que podemos encontrarnos perfectamente en uno de estos dos escenarios.

Hay que entender que somos seres complejos, no somos máquinas que funcionan por piezas y a veces queremos darle una explicación sencilla a una situación compleja.

La serenidad es esa cualidad de mantener la calma en medio de un contexto de agitación, estrés, de dificultad.

Una persona serena, en un mal entrenamiento, no se dejará llevar por su emoción del momento, simplemente aceptará la situación como es y continuará con la sesión.

¿En qué te beneficia la serenidad?

Quizá en un mal entrenamiento, no sea el momento de tomar decisiones importantes, comunicarle a tu entrenador lo desastroso que está saliendo el entrenamiento, que no vales para nada y que abandonas.

Alguien sereno sabe que no es el momento de realizar juicios de valor. Entiende que debe esperar a que todas estas emociones se disipen y ver el entrenamiento en retrospectiva.

Seguramente el entrenamiento no haya sido tan desastroso, quizá la exposición al fallo estaba contemplada (algo que debemos normalizar) e incluso estés pasando por alto muchos otros éxitos de la sesión que se han ido a un segundo plano en tu cabeza.